Esbat de Luna llena - Luna Azul

La Luna Azul es un curioso fenómeno astronómico en el que tienen lugar dos plenilunios dentro de un mismo mes. Esto ocurre debido a que un ciclo lunar abarca 29'53 días, algo menos que un mes del calendario gregoriano, por lo que aproximadamente cada dos años y medio hay dos Lunas llenas en un mes.

Según diversas fuentes, el uso de este término se difundió probablemente en la Europa medieval. No obstante, la traducción al castellano de la expresión Blue Moon no es en absoluto fidedigna,  ya que procede de una deformación del inglés antiguo belewe, que en realidad significa traidor, debido una luna adicional en la primavera implicaba extender el ayuno de la cuaresma.

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Esta es una Luna muy especial tanto por la rareza de este fenómeno como por las energías que nos brinda. Al tener un plenilunio más durante el año, podemos potenciar nuestros proyectos, pedir deseos extraordinarios o trabajar en objetivos que deberán alcanzarse antes de la siguiente Luna Azul. Es importante recordar que, pese al nombre, en ningún momento de la noche la Luna cambiará su color blanco plateado habitual para tornarse de color azul. ¡No te creas todo lo que se difunde por internet y las redes sociales!

¿Qué podemos hacer para celebrar para nuestro ritual de Luna Azul?

Elaborar agua de Luna Azul. Coloca un recipiente con agua en la ventana y deja que ésta se cargue con las energías del plenilunio y embotéllala al día siguiente para conservarla durante varios días. Podrás utilizarla para limpiezas energéticas y purificaciones antes de tus rituales.

Diseñar un ritual especial. Ante un momento tan singular que solamente ocurre cada varios años, es una buena idea realizar un ceremonia diferente a las demás. ¿Hay algo que siempre hayas querido hacer en un Esbat y nunca te has atrevido? Aprovecha las energías lunares y haz que esta Luna sea diferente.

Limpiar y consagrar tus herramientas. Bajo la influencia de las energías dominantes, limpia física y energéticamente todas tus herramientas para consagrarlas y cargarlas después bajo la luz de la Luna. Si no sabes cómo hacerlo, aquí puedes aprender más al respecto.

Purificar tu hogar. Aprovecha este momento sagrado para deshacerte de las energías estancadas. Limpia en profundidad, ordena armarios y estanterías, deshazte de lo que no necesitas y friega a fondo. Para terminar, abre las ventanas para que entre el fresco de la noche cargado de energías procedente de la Luna.

Buscar un nombre propio para esta Luna Azul. Párate a reflexionar y dedica un rato a analizar tu vida en los últimos meses. ¿Qué acontecimientos importantes has vivido? ¿Cuáles son tus próximos objetivos? ¿Qué anhelas en lo más profundo de tu corazón? Teniendo esto en cuenta, dale tu propio nombre a esta Luna.

Nuhmen Delos.

Ella cambia todo lo que toca...

... y todo lo que toca cambia.

Con esta conocida frase revoloteando en mi cabeza desperté ayer mientras la lluvia golpeaba con fuerza el cristal de mi ventana. Sin motivo aparente, el ella cambia todo lo que toca y todo lo que toca cambia se metió en mi cabeza y comenzó a repetirse en bucle a lo largo de toda la mañana. Buscando una explicación, me dio por reflexionar un poco.

Viajé atrás en el tiempo y no quedan muy lejos los días en los que me costaba conectar con la Diosa. No tenía problema en trabajar con muchas de sus facetas, pero sí con Ella como un todo. No era algo que me preocupase en exceso, pero tampoco me pasaba desapercibido. Paralelamente, me dio por reflexionar acerca de los giros que ha dado mi vida en los últimos meses. Una mudanza a una ciudad que me resultaba completamente extraña y en la cual no me veía capaz de asentarme, un trabajo como profesor interino que me tiene y me tendrá durante períodos de tiempo más o menos largos en diversos institutos de la comunidad en la que vivo ahora, gente completamente desconocida con la que compartir piso... en esencia, en poco tiempo me vi completamente fuera de mi zona de confort.

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Este verano comencé un entrenamiento muy especial que me acercó a la Diosa. La persona encargada del mismo está realizando una fantástica labor que poco a poco está despertando algo en mi. Empecé a ver los pequeños guiños, a escuchar las llamadas sutiles en lo cotidiano y analizar las pequeñas conexiones que antes me pasaban desapercibidas. Sorprendentemente, me estoy viendo envuelto en una dinámica de trabajo con Ella que me está resultando de lo más íntimo y transformador. El otoño me permitió conocer por fin a unas personas maravillosas que me acogieron con los brazos abiertos... tanto que me he visto en el lujo de poder compartir con ellas unos cuantos buenos momentos dentro de un espacio sagrado en el que la presencia de la Diosa impregna cada uno de los poros de nuestra piel.

De pronto, me empezó a gustar esta ciudad. Decidí que necesito gente afín con la que compartir piso y disfrutar de mi nueva vida. Empecé a sentir cómo pequeñas raíces empiezan a crecer y a anclarme aquí, mostrándome que este será mi hogar durante una buena temporada. Comencé a apreciar los madrugones, los amaneceres en tren, el ritmo acelerado de la gente de aquí... y, cada vez más, deseo poder establecerme en este nuevo lugar con una persona muy especial a la que quiero y aprecio, y con la que deseo compartir mi vida.

Estos fueron los pensamientos que surgieron a partir de esta frase que estuvo revoloteando por mi mente durante toda la mañana. Pensamientos que cobraron todo el sentido del mundo cuando al anochecer, en mitad de un fantástico ritual, la sacerdotisa encargada del mismo planteó una maravillosa danza en espiral al ritmo de unas palabras que tenía muy presentes desde hacía varias horas: Ella cambia todo lo que toda, todo lo que toca cambia.

Y en ese momento, comprendí que Ella me había tocado.

Nuhmen Delos ~