Volviendo a las raíces del camino espiritual

Esta noche de lluvia y tormenta ha sido de esas que llenan de magia el ambiente y te hacen sentir vivo. Aun no ha amanecido y un viento cargado de humedad se cuela por la ventana mientras fuera los árboles empiezan a perder algunas hojas, recordándonos que el equinoccio está a la vuelta de la esquina.

Llevamos unos días un tanto otoñales en los que no he podido evitar echar la vista atrás y recordar mis comienzos en el camino espiritual. Como mucha gente, empecé buscando cosillas por internet y me vi abrumado por la cantidad de información que había, resultándome difícil de diferenciar entre las páginas serias y las que no lo eran. ¡Tenía 15 años en aquel entonces e internet no facilitaba tanto las cosas como ahora!

Encontré un foro que fue mi hogar durante muchos años y en el que conocí a gente maravillosa con la que aún tengo contacto. A algunos de ellos llegué a conocerlos en persona y cada verano esperaba impacientemente el momento de volver a reunirnos. Ellos me enseñaron muchas cosas que hoy en día tengo muy presentes en mi camino espiritual y les estoy agradecido por ello. De aquella época de foros y reuniones clandestinas guardo muy buenos recuerdos: ritos en la playa acompañados por el sonido de las olas del mar, celebraciones de Samhain en las que representábamos a las mismísimas deidades de la muerte y eventos variados que despertaban mucha ilusión en todos.

También aprendí de muchos libros que leía a escondidas en un entorno familiar que no estaba de acuerdo con mis nuevas creencias. Aún recuerdo esconder los libros de Silver RavenWolf entre el colchón y el cabecero de mi cama para que no los pudiesen encontrar, pues sabía que estaban en proceso de busca y captura. Mis utensilios de la práctica mágica estaban escondidos en una caja de vinos de madera que tenía un candado, guardada al fondo de un cajón y cubierta por calcetines para ocultarla de las vistas no deseadas.

Pero si algo me llenaba de emoción era el celebrar el giro de la rueda del año o el ciclo de la Luna. Me vienen a la mente aquellas horas de espera hasta que mis padres, trasnochadores de por sí, se acostaran para poder sacar mis cosas y montar mi altar en una cajonera que a día de hoy sigue cumpliendo exactamente la misma función. Cuando cerraba el círculo e invocaba a los guardianes, me sorprendía cómo una personita como yo podía estar conectando de forma tan directa con el Universo... era sencillamente maravilloso.

Todo estos recuerdos se encuentran revoloteando por mi mente estos días. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, tengo más conocimientos que en aquella época, creo que he crecido espiritualmente y actualmente dirijo un Templo en el que imparto clases. Sin embargo, tras todos estos años, siento que lo que verdaderamente importa en este camino son los sentimientos y la ilusión  que ponemos en nuestras celebraciones y ritos. Por encima de las formaciones recibidas, la gente que conozcas y los títulos que ostentes, siempre estará ese cosquilleo en el estómago que uno puede sentir al hacer las cosas de corazón. Colocarse junto a un altar y encender las velas para comenzar el rito, sentarse junto a un árbol para conectar con la Tierra, acurrucarse entre las sábanas para leer un nuevo libro pagano o bañarse en el mar para liberar energías son pequeños momentos que tienen un valor incalculable si verdaderamente se disfrutan y se aprovechan para conectar con el potencial que reside en nuestro interior.

Así que este otoño he decidido comenzar un nuevo ciclo y volver a las raíces. Quiero volver a vivir esos momentos mágicos, quiero volver a disfrutar de mis ratos escribiendo en este blog, quiero volver a ser pequeñito y ser uno más, invisible entre la multitud. Siento que mi Yo del pasado me llama para retomar aquellos momentos, pero con los conocimientos y la experiencia del presente. Es el momento de dejarse cubrir por las hojas de los árboles y volver al centro de mi ser aprovechando esta etapa oscura que se avecina con la llegada del otoño. Es el momento de volver a casa.

Nuhmen Delos.

2 comentarios:

  1. Hermano querido tus palabras me han tocado el corazón. Porque he pasado por lo mismo que vos. Hoy sigo aprendiendo y disfruto de las lecturas entre sabanas también. =)

    ¡Muchas gracias por compartir!

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  2. Hermoso, me siento igual, quizás en otro nivel pero siento lo mismo!!!

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