Esta meditación está diseñada para liberarte de toda tensión y eliminar de tu cuerpo aquellas energías no deseadas a través del trabajo con el elemento Aire. Por tanto, es recomendable realizarla cuando surjan bloqueos o problemas relacionados con la claridad del pensamiento o las ideas.
Preparación: Se aconseja realizar esta meditación en un momento en el que nadie te moleste. Asegúrate de que la temperatura de la habitación está a tu gusto, pon algo de incienso si así lo deseas, apaga las luces y enciende una vela, de forma que sea lo único que ilumine la estancia.
Inspira profundamente, cierra los ojos y visualízate caminando por un amplio desierto en el que sopla una suave y agradable brisa. Observa a tu alrededor: ante ti se extienden enormes dunas de arena de color amarillo claro que se pierden en el horizonte, adornadas únicamente por algún cactus solitario que crece en la lejanía. Tienes un desierto entero a tu disposición para meditar en él, así que relájate y disfruta del paseo mientras avanzas.
Mientras tanto, céntrate en aquello que te preocupa, en todos los problemas que rondan tu mente y visualízalos como pequeñas manchas de energía de color oscuro adheridas a tu cuerpo que te molestan cada vez más al caminar. No importa cuántas sean ni su tamaño: éstas variarán cada vez que realices este ejercicio en función de la magnitud del problema.
Sigue caminando entre las dunas del desierto hasta que sientas que la molestia producida por las manchas de energía negativa te impide seguir avanzando. Entonces, detente. Mira al horizonte y verás cómo desde la lejanía se acerca lentamente una especie de bruma de color amarillento.
Poco a poco irá avanzando hacia ti y, al acercarse, descubrirás que se trata de una tormenta de arena. Siente cómo el viento empieza a soplar con fuerza y agita toda tu ropa, observa cómo la arena se arremolina en torno a tus pies y el aire a tu alrededor comienza a enturbiarse ante su inminente llegada. Mantén tu posición y espera a que llegue hasta ti.
Una vez dentro de la tormenta de arena, cierra los ojos y siente cómo el viento y la enorme cantidad de partículas que éste arrastra en suspensión chocan con fuerza y rozan cada milímetro de tu cuerpo. Visualiza cómo arrastran con ellas todas las manchas de energía no deseada que traías contigo al empezar tu paseo por el desierto. No dejes que la fuerza de la tormenta te haga retroceder ni intentes escapar de ella, simplemente deja que la fuerza limpiadora del elemento Aire haga su efecto, llevándose todo lo negativo que hubiera en tu vida.
Una vez haya pasado la tormenta, no mires atrás: deja que ésta siga su paso por el desierto, arrastrando consigo todas aquellas energías no deseadas. Ante ti se alzan de nuevo las imponentes dunas, los cactus solitarios y un largo camino por recorrer. Sigue avanzando, disfrutando de una sensación de vitalidad y energías renovadas que ahora te permiten caminar con mucha mayor facilidad.
Cuando desees terminar esta meditación, siéntate en la arena, cierra los ojos y poco a poco desvanece la imagen de tu mente hasta que desaparezca. Por último, libera las energías excedentes.
Nuhmen Delos ~
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