Esta meditación está diseñada para liberarte de toda tensión y eliminar de tu cuerpo aquellas energías no deseadas a través del trabajo con el elemento Fuego. Por tanto, resulta útil en aquellas situaciones en las que el origen de los problemas se encuentre en el control de las acciones los sentimientos regidos por este elemento, como la ira, las discusiones, el coraje, el valor, la fuerza o el esfuerzo.
Preparación: Se aconseja realizar esta meditación en un momento en el que nadie te moleste. Asegúrate de que la temperatura de la habitación está a tu gusto, pon algo de incienso si así lo deseas, apaga las luces y enciende una vela, de forma que sea lo único que ilumine la estancia.
Comienza visualizando una enorme montaña que se alza ante ti. Se trata de un paisaje muy escarpado sin ningún rastro de la intervención del ser humano. Aprovechando los últimos rayos de luz del atardecer, comienza a escalarla mientras contemplas los colores rojizos del paisaje y el cielo propios de este momento del día. El ascenso es duro pero no desistes: una fuerza misteriosa te impulsa a seguir subiendo mientras piensas en aquellos acontecimientos que te preocupan interiormente.
Tras varios minutos de escalada y reflexión, aparece entre las grandes rocas una cueva que penetra en el interior de la montaña. Una vez que has recuperado el aliento, decides entrar en ella. A medida que avanzas por el estrecho conducto, una sensación de calidez va inundando tu cuerpo, como si procediera del interior de la cueva.
Sigue avanzando hasta el final del camino, donde éste se ensancha y forma una pequeña caverna donde puedes moverte con comodidad. Cuando llegues al centro de la misma, un círculo de llamas de varios metros de diámetro brotará en torno a tus pies. No te asustes, cierra los ojos y déjate llevar. Poco a poco, el círculo de fuego se elevará lentamente hasta la altura de tu cintura y comenzará a emitir pequeñas chispas que rebotarán por todas las paredes de la caverna.
Cuando menos lo esperes, se producirá un estallido y las llamas inundarán la sala mientras un torrente de fuego cae sobre ti, impactándote en la cabeza y los hombros, y descendiendo por tu cuerpo hasta el suelo. Deja que el fuego te recubra por completo, siente cómo penetra en tu interior, quemando todas las impurezas, problemas y energías no deseadas.
Una vez que todo haya ardido, la sala volverá a la normalidad. Observa cómo tu cuerpo se encuentra ahora en un estado incandescente y desprende volutas de humo mientras las últimas impurezas son eliminadas. Mantén tu posición durante unos minutos y contempla cómo el brillo ígneo de tu cuerpo se extingue poco a poco a medida que se va enfriando, hasta volver a su estado normal.
Una vez que hayas terminado, sal de la cueva y contempla la puesta de sol entre las montañas mientras respiras profundamente. Por último, desvanece poco a poco la imagen de tu mente y libera las energías excedentes.
Nuhmen Delos ~
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