Meditación con el elemento Tierra: El desfiladero rocoso

Esta meditación está diseñada para liberarte de toda tensión y eliminar de tu cuerpo aquellas energías no deseadas a través del trabajo con el elemento Agua. Por tanto, resulta adecuada para disipar problemas internos que afecten a nuestra calma interior, el descanso, la tranquilidad, la estabilidad o la serenidad. 

Preparación: Se aconseja realizar esta meditación en un momento en el que nadie te moleste. Asegúrate de que la temperatura de la habitación está a tu gusto, pon algo de incienso si así lo deseas, apaga las luces y enciende una vela, de forma que sea lo único que ilumine la estancia.


Comienza respirando suavemente y visualízate avanzando por la parte más baja de un desfiladero. Observa cómo a tu alrededor se alzan enormes paredes rocosas de cientos de metros de altitud, haciéndote sentir un ser muy pequeño e insignificante. Mientras caminas por el sendero lleno de rocas desprendidas de su emplazamiento original por el paso del tiempo, reflexiona acerca de aquello que te preocupa, así como de la verdadera importancia que esto puede tener en tu vida. Siéntete cada vez más denso, lento y pesado a medida que meditas sobre esos problemas o situaciones de los que te quieres desprender, siente cómo éstos suponen un peso real que ralentiza tu avance por el desfiladero. 

Llegado un punto del camino, verás una enorme roca de varios metros de altura incrustada en la tierra que bloquea totalmente el paso. Observa cómo la vegetación ha ido colonizando su parte inferior: pequeños helechos crecen en su base, mientras que un tapiz de musgo la recubre casi por completo. A su alrededor, hay otras rocas de menor tamaño que se desprendieron años atrás y que la vegetación de la zona ha cubierto casi por completo, pero que pueden ser escaladas para llegar a la cima de la gran roca. 

Asciende por las rocas más pequeñas hasta llegar a la roca que bloqueaba el camino. Sorprendentemente, la parte superior de la misma es totalmente plana, con una ligera hendidura en el centro en la que una fina capa de musgo crece de forma natural. Siéntate en el centro, pon las manos sobre la superficie y relájate. 

Ahora, visualiza cómo toda la negatividad comienza a moverse por todo tu cuerpo y desciende por tus brazos. Una vez que llegue a las palmas de las manos, observa cómo el musgo la absorbe y la transfiere a la gran roca, que a su vez neutraliza esta energía negativa y la disipa en el entorno. Siéntete anclado a la roca, deja que ésta disipe toda energía que no sea necesaria en tu vida y observa cómo del musgo brotan diminutas bolitas de energía de color verde que penetran por tus manos y se distribuyen por todo tu cuerpo, curando tus heridas energéticas y sanándote interiormente. 

Una vez que te sientas completamente libre de toda negatividad, respira profundamente, levántate y desciende de la roca para emprender el camino de vuelta por el desfiladero. Siente cómo ahora tus pasos son ligeros y las preocupaciones han quedado atrás junto a la roca. Disfruta de la energía que flota en el ambiente e imprégnate del poder de la Madre Tierra.

Cuando desees terminar esta meditación, desvanece poco a poco la imagen de tu mente y libera las energías excedentes.

Nuhmen Delos ~

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